El acuerdo entre miembros de la comunidad científica se sustenta en la objetividad; en caso de desavenencia entre sujetos, el objeto es quien legisla. Por el contrario Kant señalaba que el eventual acuerdo respecto a la belleza o la fealdad es misterioso, precisamente porque -a su juicio- nada objetivo lo sustenta. Ahora bien: ¿está el problema cerrado?; ¿cabe hablar de una modalidad de belleza inherente a la práctica científica? Y en caso de respuesta afirmativa: ¿qué peso tendría ello a la hora de concebir una educación cabalmente humanística?
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Pedro Miguel Echenique
Catedrático de Física (DIPC y UPV-EHU), Premio Príncipe de Asturias y Premio Max Planck de Física.
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Javier Echeverría
Catedrático de Filosofía de la Ciencia e investigador en Ikerbasque. Premio Nacional de Ensayo, Premio Anagrama de Ensayo. Premio Euskadi de Investigación.
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Víctor Gómez Pin
Catedrático Emérito de la UAB. Premios Anagrama y Espasa de ensayo, Premio Internacional del Instituto Véneto de Artes Ciencias y Letras.