y pretendo con este testimonio contaros mi experiencia, desde que conocí este programa hasta mi vuelta.
La idea de participar en el Servicio de Voluntariado Europeo surgió de forma muy casual a través de unas charlas de difusión del programa. Asistí a unas sesiones informativas de la Fundación Paideia y comprendí que podía ser una buenísima forma de desarrollar un aprendizaje personal inmenso.
Si bien es cierto que puedes hacer muchos tipos de voluntariado en tu propia ciudad, el SVE a parte de ofrecerme todo lo positivo que dá el realizar voluntariado, también me ofrecía la oportunidad de conocer nuevas realidades sociales, nuevas culturas, nuevos enfoques de vida, actitudes… Y me permitía vivir una experiencia que me enseñase a desenvolverme en nuevos contextos totalmente diferentes, salir de mi zona de confort y experimentar la vida inmersa en nuevos idiomas, paisajes…
Pensé que el SVE era la mejor forma de potenciar mi desarrollo personal y el de cualquier joven y, ahora que ya lo he terminado mi aventura, creo que no me equivocaba en absoluto.
Mi proyecto “Up-Fashion Show” se desarrolló en Łódź (Polonia), y estaba enfocado a la inclusión social de las personas con diversidad funcional (discapacidad) a través del arte, concretamente realizando un desfile de moda, una exposición y un documental del proceso. Era un proyecto precioso que me enganchó desde que lo leí, aunque yo no tenía ni idea de cómo llevar a cabo algo de esas características pues de moda y arte entendía lo justo, o más bien nada. Me lancé a la aventura y me di cuenta de que lo más importante es la motivación, la paciencia y la constancia.
Si algo destacaría de este proyecto es que era muy flexible. Y eso fue lo mejor y a la vez lo más difícil. Nosotros marcábamos hasta donde queríamos llegar, si hacerlo más amateur o un poco más profesional, el lugar donde hacer el desfile, los materiales… ¡todo! Fue muchísimo trabajo pero me dio la oportunidad de probarme a mí misma, mis capacidades, mi creatividad… descubrir cualidades que desconocía.
Pero si hay algo que destacaría por encima de todo sería la implicación, el esfuerzo y el cariño de todas las personas que participaron en el proyecto: los chicos y chicas del centro, la coordinadora y todas las personas que voluntariamente ofrecieron su tiempo y su trabajo para llevar a cabo un proyecto de estas características. Quisimos hacerlo lo mejor y lo más profesional posible partiendo de la nada, y conseguimos un resultado asombroso gracias a todas estas personas.
Aquí podéis ver el documental sobre el proyecto:
En el proyecto inicialmente estábamos involucradas dos voluntarias y la coordinadora, pero muy pronto nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda, gente que supiese de cosas muy diversas. Necesitábamos desde algo tan básico como gente que quisiese desfilar para nosotros, hasta elementos de lo más técnicos. Un desfile necesita muchas más cosas de las que vemos a simple vista. La adecuación del espacio, tareas de peluquería, maquillaje, una iluminación específica, un juego de luces y sonido concreto… Vimos que poco a poco estábamos creando un gran evento en el centro de la ciudad y teníamos que darlo todo de nosotras.
Decidí embarcarme en la aventura de buscar apoyos y, después de tocar en muchas puertas que nunca se abrieron, fue increíble encontrarme con gente maravillosa de todas las partes del mundo, voluntarios europeos como yo, dispuestos a colaborar en su tiempo libre con nuestro mismo entusiasmo porque sabían que el proyecto merecía la pena.
Fue muy enriquecedor ver como todos nuestros diferentes puntos de vista no hacían más que hacer crecer más y más el proyecto. La diversidad funcional y la diversidad cultural se unieron para hacer algo realmente hermoso y poner en el centro de las miradas de la ciudad lo bonito y lo enriquecedor de lo diferente.
Mis expectativas antes de comenzar mi voluntariado eran descubrir facetas nuevas de mi misma, viajar, mejorar mi nivel de inglés y mejorar mis habilidades sociales; y creo que puedo afirmar con rotundidad que se cumplieron totalmente.
Descubrí algo tan sencillo como que si quieres hacer algo, solo necesitas proponértelo realmente y trabajar sobre ello. La típica frase de “si quieres, puedes” era algo que había oído muchas veces pero que nunca me había creído hasta que volví de mi proyecto de voluntariado. Me di cuenta de que lo más importante es conocer tus limitaciones y sacar de ellas todo lo positivo hasta convertirlas en tus fortalezas. Con esto no quiero decir que tengamos que ser los mejores en todo, lo que pretendo transmitir es que con ganas, ilusión, mucho esfuerzo y sabiendo pedir ayuda y apoyos puedes llegar a alcanzar tus metas personales.
He mejorado mi nivel de inglés de una manera que ni me lo creo. Me fui de aquí con un nivel muy básico y he vuelto siendo capaz de mantener cualquier tipo de conversación de la vida diaria sin ninguna dificultad.
He viajado más que en toda mi vida, he visitado más de la mitad de las capitales europeas, y he descubierto que el mundo puede aportarme mucho más de lo que me imaginaba.
Creo que lo más importante que me llevo de toda esta experiencia es la sensación de pertenecer a un mundo que me ofrece la oportunidad de cuestionarme hasta mis cimientos y de valorar por encima de todo el respeto por lo diferente.
Así que si eres una persona que se está planteando participar en este programa te daré tres consejos:
: no lo pienses mucho, no importa tu inglés ni que no seas un experto en la materia, solo busca algo que te motive y tengas ganas de hacerlo.
: no digas que no a ningún plan y habla con todo el mundo. No importa que seas una persona tímida y te veas incapaz de hablar delante de nadie. El SVE te dará herramientas para superar todo esto sin que apenas te des cuenta.
: la vuelta de un voluntariado de este tipo no es fácil, dejas atrás a amigos que fueron tu familia durante meses, compañeros de trabajo, rincones que considerabas tuyos… a muchas personas se les vuelve muy cuesta arriba la vuelta, así que solo te aconsejo que reflexiones sobre lo vivido, todo lo aprendido en el proceso y que busques nuevas metas en las que seguro podrás dar más de ti.
Atentamente,
Lorena