En mi proyecto he trabajado dentro del Departamento de Juventud y Movilidad en la Fundación Paideia en La Coruña.
Mi trabajo consistió en realizar labores administrativas en la oficina, con SVE 🙂 y otros proyectos europeos, asistí a seminarios informativos sobre SVE y ayudé en talleres para jóvenes – por ejemplo apoyando en clases de idiomas, haciendo fotos. También después de algunos meses tuve la oportunidad de ayudar con clases de español a un grupo de jóvenes alemanes! Aquí, con el tiempo he aprendido a no ponerme muy nerviosa hablando en público, algo que al principio fue difícil para mí, especialmente en un idioma en que no podía expresarme bien. Ayudando con los talleres organicé algunas dinámicas y actividades para las clases, algo que también fue para mí una experiencia nueva y que nunca antes había pensado que haría algún día. También durante mi estancia aprendí a preparar videos sencillos y contenido gráfico, y tengo que decirlo, me divertí mucho practicándolos. 🙂
La posibilidad de viajar dentro de la España y conocerla es para mí una de las ventajas más grandes del proyecto. Tuve la oportunidad de viajar por muchos sitios en Galicia, pero también por otras regiones de España y en Portugal. ¡Galicia es una región encantadora y después de estos 10 meses todavía hay muchos lugares que quiero descubrir aquí!
Seguramente lo que te influencia más durante el proyecto son las personas que encuentras. La gente española, no deja de sorprenderme con la mucha energía que tiene y con su actitud positiva – es algo que polacos deberían aprender. Y, sobre todo, la posibilidad de conocer otros voluntarios de toda la Europa, de diferentes culturas, diferentes edades y experiencias. De hecho, durante mi proyecto me he sentido parte de una comunidad con otros voluntarios y aunque todos éramos muy distintos, me sentía parte del grupo con ellos. Tengo recuerdos inolvidables del tiempo que pasamos juntos y de los viajes que hicimos. Tuve suerte de conocer a mucha gente inspiradora –cada persona es una historia diferente– y he visto que para cada uno de voluntarios SVE significa algo diferente. Para mí, aunque no fue mi primera viaje al extranjero, me hizo darme cuenta de lo difícil que era para mí a veces acostumbrarme a algunas diferencias culturales y sociales de la vida en otro país.
Es increíble lo rápido que pasó este tiempo… Mis 10 meses en España ya se acaban y puedo decir, que, sin dudas, SVE fue para mí una oportunidad genial en todos los sentidos.
Sin embargo, hubo también dificultades y momentos difíciles durante el proyecto. Para mí lo más difícil fue ver lo difícil que es integrarse en la sociedad local y darme cuenta de que no iba a ser parte de ella.
Gracias a estos 10 meses ahora puedo hablar español, y aunque me falta mucho para dominarlo, veo que en este sentido SVE me ayudó muchísimo a mejorar mis competencias.
Además, mi estancia me dio la oportunidad de ver mi país de una manera muy diferente. Ahora aprecio y valoro más muchas cosas de mi país y de la comodidad de vida allí. Viviendo allí nunca me di cuenta de muchos servicios y oportunidades de las que disponemos.
– la posibilidad de vivir en otro país, aprender nuevas cosas, trabajar en un área en la que no estás especializado, ayudando a los demás y conociendo mucha gente estupenda que seguramente nunca olvidaré.
Es difícil poner en palabras lo que significa EVS para cada uno… por eso tienes que vivirlo para darte cuenta. 🙂