LOS TESTIMONIOS DE NUESTR@S VOLUNTARI@S

Me llamo Thomas, tengo 28 años y decidí hacer un SVE después de terminar mis estudios. Decidí ir a España porque tenía algunos conocimientos de español y quería mejorar mis habilidades lingüísticas. Además, quería probar algo nuevo porque no estaba contento con los trabajos que tenía antes y siempre quise trabajar en el sector social. Tuve suerte y encontré un proyecto que se ajustaba perfectamente a mis necesidades. Trabajaba en una organización para la inclusión de personas con discapacidades. Gracias al SVE pude probar este tipo de trabajo en un ambiente amistoso y despreocupado, donde siempre recibí el apoyo de mis compañeros de trabajo. Además del proyecto, tuvimos una formación poco después de nuestra llegada, donde conocimos a muchos otros voluntarios de toda España. El entrenamiento duró una semana y tuve la oportunidad de conocer gente de toda Europa, con la que sigo en contacto. Desafortunadamente, no pude disfrutar al máximo de mi SVE debido a la COVID-pandémica. Me perdí el segundo entrenamiento y planeé viajar más. Tuve suerte porque tuve la oportunidad de pasar el encierro con gente que me gusta. En resumen, puedo recomendar a todo el mundo que haga un SVE porque es una posibilidad de aprender sobre diferentes culturas, y también sobre uno mismo. Estar en un ambiente diferente con gente nueva te hace reflexionar sobre ti mismo.

 Al final, creces personalmente en el proceso.

Thomas Schutz.

X